En los ??ltimos a??os, el ejercicio acu??tico ha ganado terreno como una de las alternativas m??s completas y accesibles para quienes desean mantenerse activos. Su popularidad no solo se debe al car??cter refrescante de entrenar en el agua, sino a los beneficios que ofrece para la salud f??sica y el bienestar general .
Este tipo de actividad deportiva combina protecci??n para las articulaciones con un esfuerzo eficaz para m??sculos y sistema cardiovascular, convirti??ndose en una opci??n recomendada tanto para personas en rehabilitaci??n como para quienes buscan una rutina de bajo impacto sin renunciar a resultados visibles.
(M??s:
Nueve tendencias que marcar??n los viajes en Am??rica Latina en 2026
).
Especialistas de
la Universidad de Harvard??
explican que esta pr??ctica permite entrenar con menos dolor y menor riesgo de ca??das, algo clave para personas con afecciones f??sicas o movilidad reducida.
Seg??n mencionan, la principal ventaja de entrenar en el agua es la flotabilidad.
Al sumergirse, el cuerpo reduce considerablemente la carga sobre huesos y articulaciones, evitando la tensi??n que se genera en actividades terrestres como correr o levantar peso
. Esto, dicen, facilita que personas con debilidad, lesiones o enfermedades articulares puedan mantenerse activas sin provocar da??o adicional.
(Puede leer:
M??s de cinco millones de latinoamericanos viajaron a Espa??a por el f??tbol
).
No obstante,
advierten que??la reducci??n del impacto no implica menor efectividad
. La resistencia del agua frena cada movimiento y obliga a ejercer m??s fuerza para avanzar, lo que convierte el ejercicio acu??tico en una modalidad de fortalecimiento progresivo.
Ese mismo efecto de resistencia beneficia la coordinaci??n, el equilibrio y el trabajo cardiovascular, sin la sensaci??n de esfuerzo extremo que suele aparecer en rutinas tradicionales.
Las ventajas de la nataci??n.
De acuerdo con estudios citados por los expertos, otra caracter??stica clave es que se adapta a todo tipo de personas, pues no es necesario saber nadar para realizar ejercicios acu??ticos,
ya que muchas actividades se llevan a cabo en zonas poco profundas de la piscina, con libertad de movimiento y apoyo seguro
. All?? es posible caminar, ejecutar secuencias guiadas o utilizar elementos flotantes que aumentan la intensidad sin elevar el riesgo.
(Puede leer:
Adolescentes brillan antes de tiempo: el fen??meno de 'astros prematuros' en el f??tbol
).
As?? mismo, aspectos como la temperatura del agua son determinantes para el rendimiento: mientras que en entrenamientos intensos se recomiendan
temperaturas entre 27 y 31 ??C
, para condiciones m??dicas como artritis o fibromialgia se aconseja una mayor calidez, entre
29 y 33 ??C
.
Mencionan que aunque la sensaci??n de ligereza puede llevar a extender el tiempo de actividad sin notarlo, los especialistas advierten que tambi??n existe riesgo de sobrecarga si se exceden los l??mites personales. Por ello, recomiendan consultar con un profesional de la salud antes de iniciar esta pr??ctica, especialmente en casos de rehabilitaci??n o enfermedades cr??nicas.
PORTAFOLIO